Deep Web





Esta historia no tiene nada de irreal. No hay fantasmas, demonios, monstruos, ni fenómenos paranormales de ningún tipo. Solo hay personas de carne y hueso, tan reales como tú o como yo y, probablemente eso sea precisamente lo que la hace tan difícil de digerir.
Internet es un sub mundo virtual, tan lleno de información y tan grande como el real. En él la gente puede relacionarse, jugar, trabajar, dispersarse, informarse, estudiar, exponer sus ideas, hasta se puede comprar y vender. Pero como todo lugar vasto, tiene sus callejones oscuros y con ello me refiero a prácticas mucho más indecentes que usarlo para masturbarse, me refiero a la "Deep Web".
Deep Web, o para los de habla hispana web profunda, es la cara oculta de Internet y aunque las grandes masas ignoran completamente su existencia, ésta comprende más del noventa por ciento de la información que circulan de manera virtualmente inter-conectada.
Desde que me enteré de la existencia de Deep Web quise conocerla, hurgar en ella. Tenía miedo por supuesto, pero la curiosidad era mucho más grande, y después de pensarlo lo suficiente, decidí que no habría problema en curiosear solo un poquito más allá de la web normal.
Esta es mi historia en la Deep Web. Pero antes de que les cuente mi experiencia personal, déjenme que les dé una breve introducción de cómo está dividida la web y que encontré en cada peldaño.
Internet se divide en niveles:
Contenido
Nivel 0:
El más superficial de todos, dominando por un pequeño número de páginas que todos conocemos y que actualmente dominan el mundo internauta, tales son Google, Youtube, y similares.
Nivel 1:
Aquí se encuentran web un poco menos conocidas pero de fácil acceso. Son en su mayoría foros, páginas pornográficas y pequeñas páginas independientes de interés no tan común como en el nivel anterior.
Nivel 2:
Está compuesto por dominios webs aún menos conocidas y por los buscadores independientes tales como lo son ares y emule. El material que se puede obtener en este nivel es de moralidad dudosa y no apto para estómagos débiles. El morbo suele ser un tema recurrente.
Hasta aquí hemos tocado solo la parte superficial del ciber-mundo. es a partir de aquí donde está lo realmente “interesante”. Es ahora cuando se da el primer paso dentro de Deep Web.
Nivel 3:
A partir de aquí las cosas cambian radicalmente las páginas que se rigen en este oscuro mundo suelen tener dominios compuestos por caracteres dejados caer de manera totalmente aleatoria. En ellas no hay publicidad, ni color y lo más significativo es que no se relacionan entre ellas como las paginas superficiales, de hecho, ni siquiera aparecen en buscadores como Google, ni aunque copies el link de la página completa ni intentes buscarlo.
Aquí hay muchas cosas raras, muchas cosas perturbadoras, muchas inútiles, tales como las webs abandonadas, algunas por más de 25 años, pero también muchas cosas útiles. En este sector quizá encuentres ese libro que tanto buscabas y que no encuentras por que cerraron Megaupload, o esa película de antaño que ya nadie se molesta en subir, e incluso hay algunos foros interesantes. Pero la verdad es que la mayoría de lo que hay aquí tiene fines mucho más macabros y desagradables, en su mayoría pornografía infantil, pequeños mercados de drogas y armas, instructivos de cómo hacer bombas, o fotos de gente siendo torturada o desmembrada, entre otros.
En los foros que visité se hablan temas bastante perturbadores, a veces en broma y otras ni tanto. La verdad llega un punto en el que todo es tan raro que te es difícil discernir una broma, de un verdadero homicida contando como violó y mató a su víctima.
Nivel 4:

Stranger: Que tengas un buen día…


Seguramente todos habréis oído acerca de Omegle: Talk to Strangers. Esa página en donde te conectan aleatoriamente con alguien del mundo y, sin saber nada de él o ella, comienzas una conversación.
El caso es que llevo mucho tiempo en dicha página, encontrándome con lo típico: el que viene y pone “asl” (Age, Sex, Location, la página es en inglés). Como ya estoy harto de contestar a eso, simplemente los trolleo un poco y me desconecto.
Hasta que un día pasó algo distinto. MUY distinto.
Se conectó un Strange y yo ya estaba esperando el asl, cuando coge y pone (la conversación estaba en inglés, pero os la traduzco al español):
Stranger: Hola (3)
Yo pensé, “¿Un 3? ¿Por qué un 3?”, pero el tío o tía no había soltado el infame asl, así que le respondí. Luego la cosa fue más o menos así:
You (éste soy yo): Hola
Stranger: Cómo estás? (3)
You: Por qué pones el (3)?
Stranger: Cómo estás? (2)
You: No vas a responderme?
Stranger: Cómo estás? (1)
Ahí ya entendí que era una cuenta regresiva, así que para seguirle el juego, le contesté. La pregunta no volvió a repetirse, simplemente me preguntó por el clima, con el “(3)” detrás de la pregunta, como siempre.
La conversación fue avanzando y al final parecía algo más normal. Seguía poniendo “(3)” detrás de las preguntas y bajaba a “(2)” si no contestaba a la primera, pero al final no me importó.
Tras un buen rato conversando, le dije que me tenía que ir, y que había sido un placer hablar con él o ella (sí, para un@ que encuentro sin el asl, se agradece).
Su respuesta fue lo que me pareció raro:
Stranger: Que tengas un buen día. Puedes mirar detrás de ti.
Y se desconectó.
Al día siguiente se lo conté a un amigo, al cual le fascinan estas cosas raras, y se puso todo emocionado por querer probar lo que pasaría si se quedaba sin números en la cuenta regresiva. Yo sabía que las probabilidades de volver a ver a esa persona serían muy pocas, pero aun así mi amigo insistió en venir a mi casa e intentarlo.
Una vez frente al ordenador, mi amigo se puso al mando del teclado. Entramos en Omegle y comenzó a ir comprobando a la gente, estilo “si preguntan asl, fuera, si dicen hola y nada más, fuera”.
Pasaron muchos conectarse y desconectarse, y al final comencé a aburrirme, hasta que finalmente, y para mi sorpresa, apareció.
Stranger: Hola (3)
Mi amigo, eufórico, comenzó a hablar con él. No dejaba que el número decayera, por alguna razón lo ponía a prueba, hasta que se cansó, y en una pregunta no respondió.
Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (3)
Mi amigo no contestó, esperó pacientemente.
Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (2)
Nada. Comenzaba a ponerme nervioso. Yo no había dejado que la cuenta regresiva llegara a cero y había recibido aquel mensaje final. A saber qué recibiría mi amigo.
Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (1)
Estuve a punto de escribirle para responderle, pero mi amigo me cogió de las manos y, medio arrastrándome, me dejó sobre la cama, diciendo que me quedase quieto, que sólo era una chorrada de internet y que me estaba afectando demasiado.
Me quedé en el sitio en donde él me dejó, sin saber por qué sentía tanta ansiedad. Aunque estaba en mi cama, aún podía ver perfectamente la conversación. El extraño habló de nuevo, su última frase:
Stranger: …que tengas…un buen…día…No mires…detrás de ti…
Y acto seguido se desconectó. Mi amigo se rió ahí mismo, y me miró. Me puso cara de “¿Y por esta tontería estás asustado?”. Iba a replicarle, cuando algo tocó mi cabeza, algo como una mano fría y

Por favor, abre la puerta


Han pasado tres años desde aquella noche.
Yo no debí haber estado ahí, ellos lo sabían. Ese día salí muy temprano a la casa de un amigo, sus padres no estarían y tenía un nuevo videojuego de terror; pasaríamos toda la noche jugando.
Ellos lo sabían, yo no debí haber estado ahí esa noche, mi amigo debió estar solo. Ellos lo habían observado por días como hacen siempre y sabían que esa noche estaría solo. Desde el momento en que lo eligieron, no había marcha atrás.
Pero tal vez quieras saber quiénes son ellos. Bueno, la verdad… aún no estoy seguro, sigo sin asimilar lo que pasó aquella noche; pero te contaré lo que hasta ahora sé, para que tengas cuidado.
Ellos se encuentran en todas partes, en ningún lugar estás exento de ser su víctima. Eligen a una persona, no sé bien cómo o en qué características se basan, pero una vez que te eligen no cambiarán de opinión: te vigilan, te estudian y estudian a todas las personas que conoces. Día tras día te observan cuidadosamente sin que tú te percates de su presencia.
Y esperan la noche en que su víctima esté sola, es en ese momento cuando todo empieza.
Aquel día llegué alrededor de las 8:00 p.m. a su casa. Sus padres habían salido desde temprano y él había preparado todo lo necesario para pasar jugando toda la noche. Al día siguiente no habría clases, así que yo regresaría a mi casa por la mañana. Pasamos un buen rato jugando, el tiempo pasó tan pronto que cuando nos dimos cuenta ya era la una de la madrugada. Nos habíamos llevado algunos sustos con el juego, así que comenzamos a hacer bromas con la situación; ahí fue cuando todo se puso raro. Empezamos a escuchar ruidos extraños afuera de la habitación, que al principio pensábamos que no era nada importante, e hicimos algunos chistes en relación a lo que jugábamos. “Deben ser los zombis”, nosotros sólo reíamos. Pero nos comenzamos a poner tensos cuando el sonido se oía más claro: eran pisadas, se escuchaban pisadas por todo el pasillo de afuera.
—¿Crees que tus padres hayan regresado? —le pregunté, a lo que él respondió que sus padres regresarían hasta el día siguiente, por la tarde. Además, el número de pasos que se escuchaban eran demasiados como para ser sólo sus padres.
De pronto, luego de oír todos esos pasos acercándose cada vez más a la puerta, hubo un profundo silencio.
—¿Hay alguien afuera?… ¿Quién está ahí? —comenzamos a preguntar, nerviosos. Estábamos seguros de que había alguien afuera, pero esos sonidos… ¿quién podría ser? En la habitación en la que estábamos había una computadora que mi amigo había encendido desde que comenzamos a jugar, era una costumbre suya. Se escuchó un sonido que provenía de ella, un sonido familiar, pero que por el miedo que teníamos en ese momento nos provocó una reacción de sobresalto a ambos. Era sólo un correo electrónico que le había llegado, pues también había dejado la ventana de su correo abierta. Ver esto nos dio algo de sosiego, y hasta reímos un poco; sin embargo, la tensión volvió a nosotros al notar que la dirección de quien lo enviaba era irreconocible, una combinación aleatoria de números y letras. Dudamos abrirlo, pero mi amigo decidió hacerlo. Quedamos completamente paralizados tras leer lo que decía el correo:
”Pase lo que pase, no abras la puerta”.
Con tan sólo leer esas palabras, una sensación completamente rara invadió mi corazón. En ese momento realmente sentía pánico, pero el mensaje decía más.
”Ellos están afuera. Por favor, hagas lo que hagas, escuches lo que escuches, no abras la puerta. Intentarán convencerte de que lo hagas, tienen muchos métodos; pueden fingir ser alguien que conoces, un familiar, un amigo, y sus voces sonarán igual. Tal vez te pidan ayuda, te dirán que están lastimados, te suplicarán que abras la puerta. Pero escuches lo que escuches esta noche, no abras. Trata de ignorarlos, trata de dormir, mañana todo estará bien. Ellos jugarán con tu mente; no lo permitas. Por favor, créeme, ¡no abras la puerta!”.
Cuando terminamos de leer yo no sabía qué pensar. Tal vez era una broma tonta de alguien, tal vez incluso era mi amigo quien me jugaba una broma… pero él tenia esa expresión, estaba tan asustado

Edgar. . .



El año era 1920, y un nuevo tipo de espectáculo empezaba a nacer en el sur de Estados Unidos. Un espectáculo en el que actuaba un ventrílocuo que en poco tiempo se hizo famosísimo.

Era Mccarthy, un ventrílocuo cuyo acto era simple, pero cautivaba a todo el que lo atestiguaba. El acto era simple porque hacia uso de sólo un personaje durante toda la función: Edgar, un muñeco que representaba a un niño regordete entre los 9 y 10 años de edad, pero con rasgos muy extraños que lo hacían imposible de no mirarle, sus manos demasiado reales, su boca muy expresiva, su estatura muy distinta a la de un muñeco de ventrílocuo habitual, Edgar era más alto y sus ojos, que aunque eran los de un muñeco de madera, reflejaban un vacío que hacía difícil mantener una sola mirada sin bajar la vista o dirigirla a otro sitio. Él nunca dejo que alguien se acercara a Edgar, ni siquiera que lo miraran muy de cerca. Como era un espectáculo nuevo todos se quedaban asombrados ante lo real que se veía, como hacía el hombre para hacer hablar a un muñeco sin que se notaran sus labios moverse. Muchas personas pensaban que era brujería (la ignorancia de esa época era demasiada) o algo por el estilo, así que muchos padres de familia prohibieron a los niños ver el espectáculo; fue un hombre amado y odiado por muchos.

Una noche fue encontrado en su camerino con el cuello destrozado, nunca se supo quién fue. A un lado había un maletín negro cerrado, la policía al abrirlo encontraron al muñeco Edgar, el cual hacía tener escalofríos a cualquiera. Al examinar el muñeco de cerca se dieron cuenta de que era un niño de verdad, o al menos el cadáver de un niño de verdad, con una horrible mascara de latex que le cubría su pequeño rostro pálido. Jamás se supo como hizo Mccarthy para conservar el cuerpo del niño tan bien...

Corre!

Carmen es una hermosa joven, tiene el pelo castaño oscuro y tan largo que le llega a la cintura, piel clara y unos ojos marrones oscuros casi como el color de su pelo y tan brillantes como una estrella. Una noche fría de invierno, Carmen, se arregló, se planchó el pelo para que se le quedara liso y espero en la puerta de su casa a que su pareja, Adrián, pasará a recogerla con el coche para salir a dar un paseo y finalmente caminar a la orilla de la playa.
Pasan 20 minutos, tenían planeado salir a las 11:00 pm, son las 11:20 pm, él aún no ha llegado, Carmen piensa que puede ser que su coche se ha averiado a mitad del camino, pero, recuerda que justamente esa mañana había estado en el taller haciendo la revisión del coche.
Cansada, se sienta en el escalón de su puerta, sigue esperando, han pasado en total 45 minutos y el no llega.
Preocupada, decide enviarle un mensaje, se lo envía, pero no tiene respuesta.
Ha pasado ya 1 hora, ella esta preocupada, decide llamarle, nada, nadie coge el teléfono.
Lo llama de nuevo, esta vez, con éxito, recibe respuesta.
-Carmen, no me esperes más, corre y no mires atrás, solo corre.
De repente, se cuelga la llamada, ella se siente asustada, la voz de su novio al hablar es débil, como si no pudiera respirar, no comprende sus palabras, ¿porque tiene que correr?
Se gira, no ve nada, solo puede ver las casas, de sus mismos nervios al estar asustada, se le cae el bolso, se agacha a cogerlo, al levantarse, puede ver una silueta, es la silueta de un hombre, pero lleva algo en la mano, lleva un cuchillo, cada vez se acerca más, Carmen no sabe como reaccionar, solo corre.
Se le rompe el tacón de sus tacones, se cae al suelo, se levanta rápidamente, mientras que corre se quita el calzado y decide correr sin ellos para impedir caídas.
Sigue corriendo, está cansada, tiene los pies ensangrentados de correr y cortarse con algunos cristales del suelo, pero sigue corriendo, mira hacia atrás, el hombre extraño la sigue aún, ahora está mucho más cerca de esta, puede ver su cuchillo, está ensangrentado.
No puede más, se cae al suelo, no tiene fuerzas, no puede levantarse, el hombre se acerca, coge el cuchillo ensangrentado, se lo clava en el pecho, le quedan pocos segundos de vida, Carmen, escupe sangre, finalmente el hombre le dice al oído:
-¿Me recuerdas? Soy ese "ex-novio" ese al que decías que querías, hasta que me metieron en la cárcel por matar a varias personas, entonces me dejaste, diciéndome que era un "loco con problemas mentales", pero, ahora estarás tranquila, y en pocos segundos te reunirás con tu novio.

La puerta Nº 6



Esta historia llegó a mis oídos por el sereno de un antiguo colegio salesiano (Silvio), este hombre de 74 años vivió en carne propia esta experiencia hace unos 60 años...
Era jueves, la lluvia caía como cristales y las copas de los árboles se movían intensamente para todos lados. Los alumnos del colegio llamado "Don Bosco" que transitaban 4 año, se quedaban a dormir en la escuela, ya que una parte de dicha institución poseía habitaciones y un gran comedor donde pasaban toda la noche hasta la tarde del siguiente día. Los chicos entre gritos y risas se agruparon en el parque que tenia la escuela y acataron las ordenes de su director y rector acerca de que se podía hacer y que cosas no. Los niños emprendieron la caminata hacia las habitaciones encabezados por los dos directivos de la institución; primero les mostraron el gran comedor con todas sus instalaciones y minutos mas tarde pasaron al largo pasillo que estaba invadido de habitaciones.
Carlos, y sus dos amigos Daniel y Silvio, tenían previamente adjudicada La habitación Nº4, la cual se encontraba al final del pasillo del lado izquierdo.Era la ultima puerta y lo llamativo era que a comparación de las demás puertas, esta no estaba simétricamente separada de las demás como si la estaban las otras, esta habitación estaba mas alejada.
Carlos fue hasta la puerta escoltado por sus dos amigos, y al girar el picaporte se dio cuenta que estaba cerrada. Al instante se acerco a paso ligero el rector el cual le dijo de manera nerviosa que esa habitación estaba inhabilitada por la que tendría que utilizar la habitación 19.Estas palabras llamaron poderosamente la atención de Carlos el cual giro rápidamente y le lanzo una mirada sospechosa a su amigo Silvio, este ultimo tomo por la espalda a su otro amigo Daniel como empujándolo en la dirección en la que se encontraba la habitación 19.Al llegar, los tres dejaron sus bolsos arriba de sus respectivas camas y dialogaron sobre la actitud del Rector, a Daniel le parecía que sus dos amigos estaban obsesionados con la actitud del directivo y que seguramente estaba en reparación la habitación Nº4. Los amigos salieron al escuchar la voz de una amiga que pedía que salgan porque iban a reunirse en el comedor. Alrededor de 45 niños había y todos se sentaron a desayunar.Seguido a esto, estuvieron toda la tarde haciendo juegos relacionados a la religión, también a la superación de problemas en el grupo escolar y por ultimo mejorar la relación de compañerismo. En ese transcurso Silvio observo detenidamente al Rector ya que este iba y venia y se lo notaba apurado y acalorado, como si estuviera ocultando algo. El rector se llamaba Ernesto y hacia mucho tiempo que estaba en el colegio, de hecho el fue uno de los pensadores de hacer ese pequeño complejo para que fueran los niños del colegio, tenia 50 años era alto, corpulento y siempre llevaba traje gris con zapatos negros muy brillosos.
Ya eran las 19:30, estaba oscuro, seguía la lluvia intensamente y el cielo parecía cada vez mas amenazador. Entre risas Silvio pudo escapar de la reunión del comedor y siguió al rector, subió los escalones despacio y se oculto detrás de una planta que había en una esquina, lo siguió con la vista y lo vio al directivo sacar una llave y entrar a la habitación que a el y a sus amigos les habían negado la entrada, la habitación Nº4. El chico observo que Ernesto acomodaba algo, no era algo pequeño, tenia consistencia. Silvio cerro los ojos como para afinar la vista y pudo ver un brazo, y parecía de niño y mas grave todavía, era de Mariano Utscher, un compañero del curso el cual no lo veía desde cuando estaban en el parque esperando a entrar. Silvio soltó un grito muy bajo y bajo, se sentó al lado de Carlos y nervioso le contó todo. Daniel que estaba al lado, le decía en tono de susto a Silvio que lo que había visto el había sido un error y que tal vez se había dejado llevar por el lugar y la situación. Silvio negaba la suposición de su amigo, y este ultimo nervioso se levanto y se dirigió al pasillo de las habitaciones; sus amigos lo agarraron pero intervino el Director y los separo, al separarlos Daniel le dijo al directivo que iba al baño. Al subir, Daniel tomo el camino de las habitaciones y vio al rector apoyado en el marco de la habitación 4 tomándose la frente. El adolescente camino esos 20 metros que había de distancia de forma tranquila pero a la vez nervioso. El rector sintió la respiración de alguien y lentamente se dio vuelta, este estaba manchado de sangre por todos lados, su corbata estaba repleta de sangre coagulada y sus manos eran todas rojas donde convivían cortes y hematomas. Sin mediar palabras el rector le inserto una cuchilla en la garganta a Daniel causándole una cortadura profunda en su yugular, al instante lo alzo y lo tiro adentro de la habitación y este salio

tumbas enviadas por internet



Bueno recuerdo que tenía aproximadamente 16 años, más adelante sabrán por qué; recuerdo bien mi edad, en tiempos en los que la vida de uno se basa en el colegio y en divertirse mucho cuando te queda tiempo libre. Éramos un grupo de aproximadamente 6 amigos que siempre nos reuníamos a platicar de chicas y de qué haríamos el fin de semana.
Ir a algún tipo de fiesta o ir a ver alguna película a la casa de alguno de nosotros. Siempre nos reuníamos en una esquina por las noches por que por ese lugar las chavas que nos gustaban a dos o tres de nosotros cuando tenían que ir a comprar algún refresco o algo a la abarrotería(pulpería, mini market) siempre transitaban por ese lugar.
Un día estábamos aburridos las bromas estaban gastadas como ser estar poniéndole apodos a alguno de nosotros y estarnos riendo de el toda la noche por lo que ese día yo y otro amigo llamado Esly decidimos ir a un cibercafé que habían ignaurado en la colonia donde nosotros vivimos , nos pusimos a chatear y buscar chicas que enamorar como una vecina que estaba conectada y la cual estuvo chateando con nosotros en esos días el internet era muy reciente en nuestro país y al poco tiempo no teníamos contactos en línea, recuerdo que solo pagamos por una maquina, buscamos una página que hablara de cosas de miedo y en ella encontramos el Link que decía..... predice el día de tu muerte, llenabas unos datos como ser el día de tu nacimiento, tu nombre y tu edad , ponías el correo y al final te tiraba una imagen de una tumba la cual salía el nombre y la fecha de muerte, y también aparecía una leyenda chistosa de la causa de tu muerte como por ejemplo: murió al ver su suegra en traje de baño, como éramos adolecentes decidimos poner el nombre de los amigos que no andaban con nosotros: Rafa, Mario, Miguel, Boris también recuerdo que agregamos Alfonso una persona que era mayor que nosotros ya era adulto pero que siempre llegaba a divertirse con nosotros y nos llevaba en su carro de paseo algún balneario, mandamos las Tumbas a los correos de cada uno de nuestros amigos uno que otro de ellos nos hizo una tumba a nosotros la diversión era leer la leyenda graciosa que aparecía en esa Tumba.
No fue hasta pasar unos días en que el pánico se apodero de nosotros, ya se acercaba el cumpleaños de Rafa recuerdo que paso su cumpleaños y 3 días después recibió un disparo en su trabajo la reciente broma de las Tumbas ya no fue graciosa y comprendimos que bromear con la muerte era algo malo, pasaron unos meses y Mario el cual tenía la misma edad mía que por eso recuerdo la edad que yo tenía , a los 3 días de cumplir años también había muerto esta vez de la misma forma violenta le pegaron un tiro en la cabeza por robarle el vehículo de su padre, ese día fue aterrador la muerte de dos de nuestros amigos cercanos en el cabo de unos meses y lo que se nos venía a la mente era la broma de la tumba enviada por internet, recuerdo que entramos en pánico atamos cabos y observamos que el siguiente en la lista era Miguel, desde que lo conocí fue un bromista y muy alegre recuerdo que todos los días llegaba donde nosotros y nos decía que el seguía pero que no tenía miedo y que el se iba a cuidar por los días del cumpleaños, los días pasaron llego su cumpleaños y no le sucedió nada no nos explicamos porque miguel nos conto que el nunca miro el correo de las tumbas que quizás fue por esa razón talvez no paso nada yo recuerdo que la tumba que me mandaron si la abrí y me entro un gran temor , Boris por su parte decidió mejor congregarse y desechar esa maldición por su parte Esly no hizo nada aunque sí con mucho temor solo esperaba que no sucediera nada, paso mi cumpleaños y bueno aquí estoy escribiendo lo sucedido pero no tan rápido por esos días un tipo quiso matarme en un autobús poniendo una pistola en mi cabeza poco de un mes de mi cumple, aunque en ese entonces no lo asocie con eso, días después Alfonso el mayor de todos era asesinado en el taller que era de su propiedad también a disparos también días después de cumplir años, este ultimo suceso encendió las alarmas de todos y quizás nuestras oraciones sirvieron para que nada nos sucediera, y todos los días de mi cumpleaños recuerdo eso y tengo mucho cuidado no solo por eso sino también porque dicen que por esos días siempre muere gente un mes después o un mes antes, dicen que eso pasa por que estas tan alegre de tu cumple que tus deseos de vivir disminuyen, y nos quedo de lección no bromear con la muerte, aun recuerdo el ultimo día que me despedí de mi amigo Rafa y sé que los que estamos con vida, en algún momento piensa que se debieron todas las muertes a LAS TUMBAS ENVIADAS POR INTERNET!!!!
Nota: Esto es real ya tengo 28 años pero es basado en la vida real si alguien desea ver la broma de la tumba escriban en internet predecir tu muerte es una pagina que aun sigue activa.

 Escrito por Hector Pinto

Maddie Una Muñeca Encantadora (Parte 2)


(PARTE 1: http://terrorpsicologico1.blogspot.mx/2014/03/maddie-una-muneca-encantadora-parte-1.html )

El descubrimiento hizo sumergir a Axel en un océano infinito de ira y dolor. Caminó casi corriendo hacia la habitación donde ella estaba, al mismo tiempo que Edith quedaba sola en la hamaca, sin Maddie.
Axel se asomó con precisión en la puerta, vio que su esposa buscaba algo casi sin descanso mientras daba una barrida descuidada en el cuarto.
_ ¿Buscas esto? –Preguntó levantando el brazo con el sobre en la mano
Ella vio el sobre y sintió un ligero palpitar, no sabía si sentirse feliz por el hecho de que no estaba enloqueciendo, o mal por haber descubierto que se habían mudado a la casa indicada.
_ Sí –contestó con firmeza, eso es lo que busco. Supongo que ya lo has leído.
A Axel le sorprendió la naturalidad y la falta de vergüenza de su mujer, hasta le era difícil diferenciar a esa desconocida con la que había conocido y había jurado amor eterno.
_ Supones bien –le contestó. ¿Hasta cuándo pensabas ocultármelo? –dijo expresando rabia en su rostro
Ella no respondió, aunque era una situación extraña que se debía conversar seriamente, no era un tema con el que podría entablar una conversación con un esposo infiel. Su orgullo pesaba aún más que todo eso. Sin embargo, una parte de ella estaba comenzando a insistir en dejar todo atrás, por lo menos de forma temporal y comenzar a preocuparse por lo que de verdad importaba: los sucesos paranormales que habían sucedido en la casa desde la llegada y las horrorosas apariciones de la muñeca de Amadine; podría odiarse después, pero primero estaba el bienestar de su hija y eso era algo que le incumbía a los dos, más allá del error y la falta de respeto de Axel hacia la familia. Le tardó considerarlo medio segundo y entonces, se dispuso a hablar.
_ Está bien. Disculpa por no habértelo dicho...
_ ¿¡Disculpa!? –Interrumpió enloquecido ¿Cómo quieres que te disculpe por una cosa de ésta? Admito que yo me he equivocado en traer una mujer a la casa, pero no se compara con lo que planeas hacer tú. No puedo creer cómo nos has traicionado –sus ojos despidieron dos líneas de lágrimas que cayeron por sus mejillas, una de ellas, se metió dentro del surco rojizo de su cicatriz y se quedó estancada, sin posibilidades de hacer nada y todo por un hombre.
_ ¿Qué... qué estás diciendo? –Dijo ella tartamudeando, viendo que Axel se ponía de cabeza gacha para iniciar un lastimado sollozo
Con un signo de interrogación dibujado en su rostro, dio dos pasos ágiles hacia delante y le arrebató el sobre de la mano, lo abrió notando que el sello con el apellido "Tussaud" escrito ya no estaba, lo sacó y leyó aquel extraño mensaje escrito con el delineador que hacía dos días había perdido.
Su pecho dio un vuelco tan inmenso que le fundió en una sacudida interna. La letra era casi igual a la suya, pero ella no había escrito eso.
_ ¡¿Qué es esto?! Yo no hice esto. –Axel levantó la mirada como un tigre asesino No, amor debes creerme, nos están tendiendo una trampa. ¡Maddie...! La muñeca de Edith en realidad es Amadine que quiere matarnos para completar su sacrificio –se acercó nuevamente hacia él y lo tomó de las mejillas, ¡Por favor, créeme!
Él puso la mano en su pecho y la apartó con fuerza.
_ ¡No seas ridícula y admite que también eres una adúltera!
Fue despedida hacia atrás, pero no con tanta fuerza como para que se produzca el trágico momento que estaban por sufrir.
Apoyó la punta del pie derecho y luego su talón para evitar caer al piso. Luego, necesitó apoyar el otro, pero éste no llegó al piso. Su pie se torció de repente al pisar una superficie redonda, parecido a un balón. Su tobillo se rompió con un crujido.
El cuerpo de la pobre mujer cayó duro y congelado como un ángulo de noventa grados volviéndose llano. Su cabeza se golpeó con el borde de la cómoda donde guardaba la ropa y un tajo sangriento se dibujó en su sien. Cayó sin vida y a sus pies, estaba inanimado el objeto que había pisado, no era un balón, sino una cabeza: la cabeza de la niña de plástico.
Las orbitas oculares de aquel hombre nunca habían sido tan grandes. No podía creer que un simple empujón hubiese podido desencadenar tal tragedia. Sus manos estaban embarradas de un acto homicida.
_ No... ¿qué acabo de hacer? –Dijo tomándose con fuerza y locura los cabellos de su cabeza
Una vena nerviosa saltó perpendicular a su frente y se levantó sobre su piel traspirada y brillante.

Maddie Una Muñeca Encantadora (Parte 1)



Desde que la pequeña Edith encuentra a la muñeca Maddie dentro de la habitación de Amadine Tussaud, la antigua dueña de la casa, una extraña obsesión por la muñeca nace en ella, al mismo tiempo que comienzan a suceder trágicos y terroríficos acontecimientos dentro de la familia. Al final, todo resulta ser el plan profético de Amadine, quien aún después de muerta, planea un sangriento sacrificio para poder volver a la vida.

"Me dijo cosas tan secretas,
Que tú no puedes oír,
Me confesó algunos pecados,
Que prefiero no decir..."
Mi muñeca me habló (canción)
Dicen que cuando los niños traviesos están en silencio por mucho tiempo, es porque algo muy malo están haciendo y eso fue lo resonó en la cabeza de Axel cuando se percató de que su hija, Edith, no se escuchaba correr ni gritar por los pasillos vacíos y silenciosos de la casa nueva.
_ ¡Edith! ¿Qué estás haciendo? –Preguntó y en la casa sonó un eco que se estiró entre las habitaciones
Pero ella no respondió. Axel estaba desempacando algunos adornos de vidrio y cerámica de Maia y poniéndolos sobre el estante de roble que le regaló su madre como obsequio de bodas, pero al no ver a Edith por ningún lado, dejó de hacerlo y buscó con la mirada hacia las proximidades de la casa que estaban dentro de su campo visual. Nuevamente no vio a nadie.
_ ¡Maia! –Le gritó a su esposa que estaba en el segundo piso ¿Está Edith contigo?
Ella bajó la escalera con apuro, sus talones sonaron en eco al golpearse con los escalones.
_ ¿Edith? –Dijo No, pensé que estaba contigo. Ahora que me lo dices, no la he escuchado desde que comenzamos a ordenar esto último. –Giró la cabeza hacia afuera y dirigió su mirada al porche, sobre los tablones fríos de madera, había unas hojas de otoño coladas sobre la alfombra en la puerta principal, pero Edith no estaba allí. Hacía tres días que se habían mudado y ese había sido el lugar que había elegido para jugar a "tomar el té" con sus dos peluches grandes. Mi amor, ¿estás ahí?
Caminó hasta allí, pero no la vio. El frente era grande, entre el porche y la verja había un gran cuadrado verde en el que florecían tristemente pequeñas florecitas de color amarillo apagado, siete higueras medianas y un enorme sauce llorón que en conjunto le daban a la casa un toque tétrico y melancólico. En el sauce, colgaba un hamaca hecha con dos cuerdas sucias y una madera gruesa e hinchada por la humedad, Edith se había hamacado varias veces allí, pero en ese momento, los ojos de su madre sólo percibían un columpio vacío y estático como un recuerdo congelado.
_ ¿No la ves, cariño? –dijo Axel desde adentro
_ No, no está aquí. ¡Edith! –Gritó de nuevo
En eso, mientras el llamado de la niña se iba perdiendo entre las ásperas ramas de las higueras, Axel logró escuchar un tímido murmullo que venía desde una de las habitaciones. Dio media vuelta y se dirigió hasta allí, al verlo, Maia lo siguió.
_ ¿Edith? –Dijo viendo la habitación entreabierta ¿A caso no te dije que no vayas a esa habitación?
_ ¡Guarda silencio, papá te va a escuchar! –exclamó ella un segundo antes de que su padre se asomara por la puerta y se llevara una sorpresa.
Aunque Edith los había desobedecido, ella parecía estar bien. Estaba sentada a los pies de la cama de dos plazas sobre el piso polvoriento y rechinante, frente a ella, había un cuadrado de terciopelo color rojo y finalmente, sobre éste yacía sentada una vieja y macabra muñeca.
_ Niña, ¿qué estás haciendo? ¿No escuchas que te estamos llamando? Te dijimos que no entres aquí, estas cosas son de la antigua dueña del lugar.
Entró a la habitación junto con Maia que acababa de llegar al lugar, era la segunda vez que lo hacían y no dudaban en tirar a la basura todos los muebles de la señora Amadine Tussaud, quién hacía ya diez años, se había suicidado precisamente en esa habitación por razones desconocidas.
_ Lo siento, es que estoy jugando con mi nueva amiga, Maddie.
Los ojos de sus padres se posaron como flechas despiadadas sobre la muñeca sentada sobre el terciopelo. En seguida, Maia se acercó para tomar la muñeca.
_ Oh, Edith. ¿De dónde la has sacado? –preguntó levantándola, notando lo horrible del aspecto de la muñeca.
_ La encontré en ésa caja. –dijo señalando con el dedo al baúl abierto en el rincón de la habitación Lo abrí y estaba ella, sonriendo alegre de haber encontrado una amiga, me ha contado muchas cosas y ahora es mi mejor amiga.
_ ¿Contado? ¿Es parlanchina? –Preguntó su madre separando las dos cintas de velcro que su espalda para encontrar un parlante, pero no había nada
_ No lo creo –agregó Axel, mira lo que es. Probablemente tiene más de cincuenta años.
La muñeca estaba muy bien cuidada, pero por la supuesta antigüedad que mostraba su apariencia, lucía espeluznante. Tenía décadas dibujadas en su rostro de goma dura, pintado a mano los detalles de sus ojos, pestañas, cejas, labios y pecas. Tenía una mirada penetrante y profunda, que junto con el peculiar gesto de su cara y su sonrisita pícara daba la sensación de una niña curiosa y burlona que había descubierto algo y se jactaba por eso. Su pelo, sin duda y como todas las muñecas de su supuesta época, era real, de color castaño oscuro que le caía hasta la cintura y que podría estar reluciente si las cortinas pesadas, de color gris no hubieran impedido la entrada de los opacos rayos de luz del sol de otoño en la habitación. Llevaba puesto un desgastado vestido de novia de color lino, sobrecargado con tul y armado con seda y organza descolorida, acompañado con dos zapatitos negros que desencajaban con todo su vestuario.
_ Mami, ¿me la puedo quedar? –Preguntó Edith
_ Ay, no lo sé. Mejor te compro una nueva mañana –le contestó ella, desaprobando la idea de quedarse con ese horrible vejestorio
_ ¡Yo quiero a Maddie, no quiero una muñeca nueva! –exclamó dramatizando la situación, sobresaltándose violentamente.
Maia apartó la vista de la muñeca y se fijó en su hija, nunca había reaccionado así en sus seis años de vida.
_ Está bien, está bien. Te la puedes quedar, pero no grites así. A mamá y papá no le gusta que nos grites. ¿De acuerdo?
Ella asintió con la cabeza y le arrebató con ligereza la muñeca para retirarse de la habitación.
Al irse, Maia se dirigió hacia Axel, todavía pensando en el comportamiento de Edith.
_ ¿Viste cómo me gritó? Eso no es típico en ella.
Axel se acercó hacia ella y la envolvió en sus brazos.
_ Probablemente sea el estrés por el cambio de casa. Está en pleno crecimiento, no podemos exigirle mucho. –Le dio un beso que duró un par de segundos Y ahora que estamos hablando del tema, yo también me siento muy estresado y con ganas de...
_ Axel, ahora no. –Interrumpió, apartándose de él, camino unos cuantos pasos por el dormitorio y le habló sin mirarlo Ya ha pasado más de un año y sigues sin comprenderme. Entiende que no es fácil para mí.
Se fue hacia las ventanas y corrió levemente las dos cortinas para dejar pasar un poco de luz, quería evitar a toda costa tener otra discusión relacionada con su frigidez.
_ ¿No es fácil para ti? –le dijo en un grito bajo Eso fue lo más egoísta que has dicho en los últimos años, ¿qué se supone que haga yo, que me masturbe hasta la vejez esperando en vano que mi mujer recobre su libido sexual? De verdad que me impresionas.
_ ¡Yo no pedí esto! –exclamó y se escuchó desde afuera, pero Edith estaba muy ocupada hablándole en el oído a Maddie y poniendo su oreja en la boca de la muñeca
_ ¡Yo tampoco! Y espero que lo consideres. Piensa un segundo en mí y verás que tengo razón. exclamó él
Sin palabras, decidieron terminar con la discusión en ese instante. Ambos sabían que Edith había escuchado los gritos, tal y como lo había hecho los últimos meses, pero por lo menos se consolaban con su inocencia que no la dejaba comprender nada de lo que decían.
Como si nada, siguieron examinando la habitación de Amadine, una antigua residente del pueblo, según los agentes de bienes raíces, una solterona antisocial que no salía de su casa si no era necesario y fiel seguidora de una religión africana de la cual no se tenían datos. Con esa información, pudieron comprender por qué en los roperos se escondían grandes cajas de velones de colores blancos, negros y rojos, junto con frasquitos con colonias, esencias y otros tipos de sustancias caseras que al destaparlos, despedían un olor asqueroso. También, entre la colección de posesiones de la señora Tussaud, había inciensos, sahumerios y materiales extraños que posiblemente usaba para ofrendas o trabajos especiales.
A la tarde, todo eso fue tirado a la basura, incluido los muebles. Ninguno de los dos era supersticioso ni nada por el estilo,

Atrapados en la oscuridad (parte2)



Giancarlo llegó al trabajo con mucho sueño debido a que no pudo dormir nada por el incidente de anoche, y sin saber que tendría un día pésimo sin poder hacer nada debido al sueño que tenía.
Mientras tanto Oscar levanto mal esa mañana tuvo una indigestión por la comida de anoche, por lo cual no pudo ir a la universidad, parecía una mañana tranquila no había nadie en su casa sus hermanas estaban estudiando y sus padres habían salido a trabajar, él pensó "será un día de full WOW" (para los que no entendieron WOW significa Word Of Warcraft), se levantó de su cama, se lavó y se fue a la sala donde estaba su ordenador, quiso prenderlo pero no encendía, se fijó bien y todos los cables estaban desconectados, él pensó que seguro su madre los había desconectado para limpiar así que no le dio importancia los conecto y se puso a jugar.
Pasaban ya casi 3 horas de juego cuando de repente Òscar sintió como si lo estuvieran observando desde atrás, no le tomo importancia y siguió con lo suyo pero esa sensación de que lo observaban se hacía más intensa y de casualidad en un cambio de escena del juego la pantalla se puso oscura y pudo ver por el reflejo de la pantalla a alguien parado a unos metros detrás de él, un escalofrió recorrió su cuerpo, haciendo que casi voltee a mirar quien estaba atrás pero el miedo pudo más y siguió jugando pasaron dos horas pero no dejaba de sentirse incomodo, luego hubo otro cambio de escena y cerró los ojos para no ver nada, al abrir los ojos para seguir jugando la escena no cambiaba todavía y pudo ver por el reflejo del monitor que esa persona seguía ahí parada detrás suyo, escucho la puerta de su casa abrirse y se percató que era su madre, al mismo instante le grito que subiera y volteo a ver pero ese hombre no estaba ahí. Su madre al verlo con la cara pálida y asustada le pregunto qué le sucedía, este le contó lo sucedido pero su madre le atribuyo que dejara de jugar tanto porque pensaba que ya tenía hasta visiones debido a eso.
Luego Oscar bajo a almorzar con su madre, terminaron un rico almuerzo y este decidió irse a dormir un rato para reposar y despejar la mente por lo sucedido, él se levanta agradece a su madre y se va a su cuarto, antes de echarse recuerda lavarse los dientes el sale de su cuarto cierra la puerta y va al baño se lava los dientes y sale, pero al salir se da cuenta que su puerta estaba abierta y se queda un poco tonto recordando si la cerro o no, le da igual y se mete a su cuarto, alista su ropa para echarse a dormir cuando de repente la puerta se cierra violentamente de un golpe, el salta del susto mirando para todos lados, saliendo de su cuarto para ver si había alguien peor no había nadie, el cree que fue el viento o al menos eso quiso creer entra a su cuarto y se echa a dormir.
Estuvo durmiendo por más de 4 horas cuando escucha un fuerte golpe y se levantó asustado, al ver su puerta ve parado al mismo hombre que vio en el reflejo del computador y se queda pasmado al ver que el hombre se le acerca grita y se despierta, y dijo "ahh ahh estaba soñando",

1609515390


Hace dos años , un amigo mío se mudó - Yo le ayudé a empacar . Fuimos a través de todas sus cosas viejas,
" Voy a ver lo que queda. " Le dije . Fui a su armario y sacqué una caja de zapatos . Después de dejarlo a su lado , ella se limitó a decir :
"Puedes quedarte con eso. "
Lo abrí y para mi sorpresa , había algunos juegos dentro. " ¿Qué es esto ? " Le pregunté .
En realidad no jugaba mucho, así que era raro que ella tuviese esa cantidad .
No dijo mucho, aparte de que no reconoció muchos de los juegos . Pensé que sus padres se los dieron para ella y nunca tuvo tiempo para jugar con ellos . Decidí que me gustaría jugar a algunos de ellos en mi casa más tarde esa noche .
Me fui a casa un par de horas más tarde, y abrí la caja de zapatos. Uno de los juegos fue gato callejero . Otro fue Arkanoid y Battle City. Me di cuenta de que eran viejos y la mayoría de ellos eran de 8 bits , por lo que me pareció extraño que eran todos los juegos de PC. Me deshice de la caja y empeze a revisar los juegos. Había uno extraño sin embargo, tenia un estuche negro .
Lo abrí , y en su interior no habia un juego de PC. Era un viejo juego de Gameboy, no tenía un título ni una foto, sólo tenía un número etiquetado "1609515390 " . Por suerte para mí , tenia una vieja Gameboy Advance que aún funcionaba .
El logo Gameboy aparecio normal, y luego sonó una melodía, no era una canción que halla escuchado antes. Después de unos 3 segundos, la pantalla quedó en blanco y el sonido era más que un murmullo . Apagué la Gameboy , saqué el cartucho y la soplé para limpiarla. Inicio correctamente esta vez, la melodía se reprodujo , a continuación, un logo del juego apareció, decía 1609515390. El menu teia 3 botones,  "Jugar", "Cargar" y "Opciones" . Hice  clic en "jugar" y se fue a una pantalla de nivel uno. Los gráficos eran superiores a 8 bits , pero no mucho mejor . El persona parecía el ángel de la muerte .
Caminé alrededor , había un chico, alrededor de 15 años con un bate de béisbol, golpeando a otro

Killswitch el juego maldito.



En la primavera de 1989, año en el cual un estudio desarrollador conocido como Karvina Corporation lanzo un curioso videojuego, que gozo de mucha fama en Norteamérica.

El nombre del juego era “Killswitch.” A simple vista, se trataba de un juego que combinaba el horror, y hasta cierto punto se podría decir que es un antecedente a las franquicias de Myst y Silent Hill.
La narrativa mostraba la complejidad por la que eran conocidos los productos de Karvina, pero los gráficos eran muy pobres y vagas figuras de color blanco y gris se postraban frente a un fondo completamente negro para representar los escenarios y personajes. En la pantalla de inicio una canción en formato MIDI interpretaba lentas melodías mientras el jugador elegía si quería escoger entre Ghast el fantasma o la mujer llamada Porto.

Jugar con Ghast representaba un reto considerable, pues al ser completamente era casi imposible medir distancias, sin embargo este tenia el poder de aventar fuego y atacar con vapor hirviente, por lo cual muchos jugadores terminaban recurriendo a Porto. La única habilidad de Porto era un extraño potencial de crecimiento, a lo largo del juego se expandía o contraía su tamaño al azar.
Un ingeniero de Kansas asegura haber descubierto el patrón de crecimiento, pero por razones que pronto se harán obvias, su trabajo se perdió para siempre. Porto despierta en una locación obscura con heridas en los codos y completamente confundida. Buscando una salida, asciende a través de una mina de carbón en la que antiguamente trabajaba.

A lo largo del juego, ella se encuentra con fantasmas parecidos a Ghast que solo se hacen visibles con el vapor, trabajadores muertos, goles de carbón y unos malvados inspectores de la corporación Sovatik, quienes por alguna extraña razón eran rojos, el único color en todo el juego. El escenario, a pesar de ser primitivo, se hace genuinamente complejo entre más se avanza. No hay “jefes” típicos, pues el reto más bien está en pasar a través de túneles mientras Porto cambia radicalmente de tamaño en cada momento.

La historia que emerge a través del descubrimiento de Porto de unas Cintas magnéticas, archivos, restos inertes de los empleados que en alguna ocasión fueron sus amigos y códigos complejos inscritos en hachas de metal, revela que un capataz que estaba bajo la presión de incrementar la producción de carbón empezó a falsificar reportes de fallas en las herramientas y negligencia por parte de los trabajadores, para provocar una inspección de la organización Sovatik.
Los oficiales aparecieron, uno por cada minero, y una extraordinaria serie de torturas tuvo lugar. Representados por amorfas figuras rojas, los oficiales clavaban pequeños cuchillos en las extremidades de los obreros cada que la producción se detenía.

(Seguramente esto es una critica a las tácticas soviéticas en la época industrial, pues a final de cuentas, la ciudad natal del estudio Karvina fue devastada por la quiebra de la industria del carbón y hay muchas tesis que señalan a Killswitch como una protesta silenciosa).
Después de resolver el código de las hachas, Porto encuentra y repara un reproductor de cintas, del cual escucha una voz masculina que le dice que los fuegos de la tierra se han levantado en su defensa, y ahora fluyen en los corazones de los decrépitos trabajadores. Es una teoría aceptada por muchos, que los fuegos de la tierra se refieren a demonios como Ghast, representados como cuerpos gaseosos atrapados en maquinas.

Las maquinas como tal son muy grandes, al punto de que los gráficos para mostrarlas, sólo llegan a abarcar la parte baja de la estructura. Las maquinas volvieron locos a los inspectores quienes terminaron huyendo y ahora intentan matar a Porto. Lo que sigue, es la parte más criptica del juego, pues resulta que Porto debe de consumir una droga que se procesa dentro de las maquinas para controlar su tamaño y salir con vida para contar su increíble historia al mundo, sin embargo cuando esto sucede, la pantalla del PC se queda en blanco.

Juancito Sonriente



 La historia que estas a punto de leer pasó en la vida real. Es la historia de susana, una niña normal que vivía en la ciudad de Caracas, Venezuela junto a sus padres. Matías, el padre de la niña era un empresario dedicado a su trabajo, él laboraba en una de las entidades bancarias más grandes de la ciudad, y lorena la madre de la chiquilla se dedicaba a los labores del hogar. Eran una familia promedio que se dedicaba a hacer lo que hacian las demás familias día a día.
A partir de este momento la historia comienza a volcarse un poco más oscura y es porque el padre de susana  invirtió una gran cantidad de dinero para mudarse de hogar. Como la mayoría de las familias en Caracas, no era excepción que "Susi" (como se hacia llamar en su lecho familiar) y su familia vivieran en un apartamento.
Matías compró una casa enorme, preciosa y vieja a su vez, se estimaba que dicha casa fue construida en épocas de la colonia. la familia se mudó y comenzaron su vida de nuevo pero esta vez en un lugar más amplio en donde convivir.
Una noche los padres de Susana se dieron de algo inusual en el comportamiento de su hija. La niña se levantó de su camita y se dirgió a un espejo enorme que había en la sala de la casa, la niñita se sentó y comenzó a hablar con el espejo, como si hubiese alguien que la escuchase en su interior; Los padres no se percataron qué lo que observaron esa noche iba a ser el comienzo de una pesadilla.
Ellos simplemente se acercaron y le dijeron a la niña que no era buena idea para jugar con su amigo imaginario a altas horas de la madrugada.
Un caso aún más perturbador sucedió la noche siguiente, Lorena se encontraba durmiendo, de hecho su esposo aún no habia llegado a casa; de repente algo interrumpió el sueño de la señora, la sorpresa era que su niña, Susana, estaba parada en la puerta de su habitación, su rostro no mostraba sentimiento alguno, solamente la observaba. La madre intentó hablarle, le pregunta que qué era lo sucedía, si le pasaba algo, si estaba bien, pero la niña hacía caso omiso a las interrogantes de su mamá.
La chiquilla permaneció en ese estado alrededor de 20, 25, como máximo 30 minutos después se dio media vuelta y se marchó de nuevo a su habitación, como si nada hubiese pasado.
Los días pasaban y eran innumerables los extraños acontecimientos que sucedían a diario en la casa, lo extraño era que todo eso sucedía solamente durante la noche. Los padres decidieron llevar a la niña a varios psicológos, los mejores de la ciudad, es más, hasta llevaron al psiquiatra porque temian que su niña estuviera pasando por alguna especie de trastorno mental.
En todas partes las referencias medicas arrojaban resultados positivos, los médicos no sabían porque razón llevaban a esa niña a sus servicios, todos los doctores por los que pasó Susana decían lo mismo:
"...Susana es una niña ejemplar, inteligente, extrovertida, no hay nada que la diferencie de las demás niñas. No veo motivo para orientarla, es más, creo que ustedes lo están haciendo muy bien..."
¿Raro verdad?...el caso es que lo más psicodélico la historia comenzaba durante las noches, de hecho, Susana actuaba normalmente durante el día, hacía lo que cualquier otra niña hacía, jugaba con sus muñecas, con su consola de videojuegos, leía libros, inclusive asistía a la escuela a diario, nadie iba a pensar que la pequeña era victima de algo que la perturbaba durante las noches.
Una noche Matías no podia pegar el ojo, se sentia inquieto y no podia dormir traqnuilamente, en ese momento él vió algo que le llamó la atención, con el rabillo del ojo observó como su hijita caminaba de espaldas y se dirigia a aquel gran y misterioso espejo que se encontraba en la sala, con el que su hija hablaba.
Matías se acercó a su niña la cual estaba muy entretenida conversando con su propia figura, él se agachó, colocó delicadamente la mano sobre el hombro de su niña y le dijó:
"...¿Qué estas haciendo mi amor...? ¿Con quién estás hablando?..."
enseguida la pequeñita le responde.
"Estoy hablando Juancito Sonriente, papí. Él es mi amigo, es un payaso y me visita todas las noches"
Matías sintió una sención de claustrofobia, se sintió encerrado en una confusión cuando su hija le respondió eso, él como cualquier ser humano siguió hablando con la niña, pués la curiosidad le mataba.
"Y dime mi amor, ¿Juancito esta dentro del espejo?"

Te Invito a....

Hey Hola, Te Invito A Que Me Mandes Tu Historia a terrorpsicologico@live.com (solo has copy page ¬¬ del correo si es un poco largo)  para que pueda aparecer en la pagina. :3 

Al Lado De La Cama




El celular empezó a sonar.
La chica en la cama se revolvió inquieta y llamó a su pareja con voz adormilada.
-¿Jake, no escuchas? Contesta- Silencio.
Se removió un poco más y se decidió a pasar el brazo alrededor del bulto que había a su lado para tomar su celular. Se preguntaba quién podría estar llamándole a tal hora de la noche.
-¿Bueno?
-¿Jess? Soy yo, Jake, me falta todavía un poco de trabajo para terminar, te llamo para que no me esperes despierta…
-pero ya no escuchó más, el celular cayó a su lado y volteó hacia el bulto que se encontraba a su lado y que ahora sabía que no era Jake.

Hikiko sub-títulos en español

Hola Este Es Un Cortometraje Japones De Terror A ver Si Se Atreven Verlo En La Noche Y Por Ser Japones Ya Saben Que Se Cagaran De Miedo :3  Disfrútenla :3 Me Cuentan Como Estuvo

Video Extraido Del Canal Obakemono
https://www.youtube.com/watch?v=H6aLhg2PjYY

https://www.youtube.com/watch?v=mmTn32tAMvI

https://www.youtube.com/watch?v=PH5GRrMPC-U

México: La casa de Aramberri


Este es un hecho que, a la fecha, sigue atrayendo a todo aquel que oye de este caso. Aparentemente el número 1026 de la calle José Silvestre Aramberri en la Cd. de Monterrey N.L. México, es una casa más que data de principios de 1900, muy vieja y descuidada, mostrando que no se le ha puesto el más mínimo interés en su conservación.

Pero lo que atrae a las personas no es su casi extinta arquitectura, o la malla ciclónica que cubre todo el frente de la casa, o el patio descuidado lleno de árboles viejos el cual se ve desde la calle. Lo que hace a esta casa tan especial fue la tragedia que tuvo lugar en su interior, de la cual no voy a profundizar por ser un hecho muy delicado, pero sí comentaré sus consecuencias.

Mientras corría el año de 1933, la casa de Aramberri fue escenario, y mudo testigo, de una muestra de la locura causada por la ambición humana. En ese tiempo era hogar de una de las familias más respetadas y de abolengo en la región. Un día, mientras el señor de la casa iba a trabajar, su esposa e hija fueron atacadas por tres sujetos los cuales deseaban saber la ubicación de un gran cofre lleno de monedas de plata. En el comedor de la casa es donde estos seres, a los cuales no se les puede llamar humanos, torturaron de la manera más horrenda, sangrienta y cruel a dos mujeres, el ama de casa y su hija.

La investigación de este caso fue difícil, ya que no había rastros de que las puertas hayan sido forzadas, y como testigo estaba el perico mascota de la familia, quien fue pieza clave para la captura de los asesinos, ya que con sus escandalosos gritos repitió las últimas palabras de una de sus dueñas: "No me mates Gabriel, no me mates".  Esto armó las pistas necesarias para que las autoridades capturaran al sobrino de la familia, y después a sus cómplices. A los tres homicidas se les aplico la "Ley Fuga" a manera de escarmiento.

Desde esa lejana fecha, en esta casa han pasado muchísimos hechos sobrenaturales, desde escuchar los lamentos de las mujeres, hasta ver o sentir su presencia.

El caso tomó mucha fuerza hace unos años, cuando un par de reporteros entraron a la casa para averiguar supuestos hechos paranormales. Al salir de la casa por atender otra noticia, los reporteros sufrieron un grave accidente automovilístico, al revisar el material que obtuvieron en la casa se escucha claramente un grito lejano y hueco.

Esto motivó a que muchos programas hicieran sus investigaciones, (incluso se llamó a Carlos Trejo,  investigador mexicano especialista en hechos paranormales, autor del libro "Cañitas". Pero no se ha dado una explicación a los hechos inexplicables de la casa.

La casa tuvo que ser cerrada al público ya que muchas personas de todos los niveles, especialmente los jóvenes, entraban a la casa buscando ser testigos de algún hecho sobrenatural, para rezar por el alma de las dos mujeres o para satisfacer su enorme morbo.

La casa ya no sigue igual que en el año 1993, en la sala ya no se encuentras los muebles que fueron testigos mudos del horror y del dolor provocado a esa familia. La recámara sigue en pie y en donde los testigos comentan que se aprecia un recuadro con el rostro desfigurado de una mujer (posiblemente el de la ama de casa). Se pasa al comedor, lugar en donde se cometió el crimen. La cocina, el sanitario, la bodega, el patio, todo sigue ahí. En toda la casa se siente la tensión, la cual sólo motiva a pedir por el eterno descanso de las almas atormentadas, cuya

Puertas

Fui adoptado. Nunca conocí a mi verdadera madre, quizá una vez, pero era demasiado pequeño para recordarlo. A pesar de eso amé a mi familia adoptiva. Eran muy amables conmigo. Comía bien, dormía en una cálida y confortable casa, e incluso me dejaban acostarme hasta altas horas de la noche.
Déjame contarte brevemente sobre ellos: primero, tenemos a mi madre. Nunca la llamé «mamá» ni nada por el estilo; para mí era simplemente «Julia». No le molestaba que la llamara así, y hasta creo que tampoco se daba cuenta de ello. Fue una mujer muy amable, creo que fue quien recomendó mi adopción para empezar. A veces me colocaba a su lado frente a la televisión y acariciaba mi espalda con sus uñas. Era una de esas madres ‘hollywudences’.
Luego tenemos a papá. Su nombre era Ricardo, pero desde que llegué a casa nunca fui de su total agrado, así que comencé a decirle «Papá» en un desesperado intento por ganar su afecto. No funcionó. Supongo que no importaba cómo le llamara, nunca me amaría tanto como a su propio hijo. Una característica destacable que puedo contar de papá era su severidad. No temía golpear a sus hijos cuando hacían algo mal. Descubrí eso antes de que pudiera ir al baño correctamente. Y bueno…, ahora me comporto gracias a sus duros métodos.
Por último tenemos a mi hermana. Emilia era muy pequeña cuando fui adoptado, y ligeramente mayor a mí (aun así me gustaba pensar en ella como mi hermana pequeña). Nos llevábamos mejor de lo que cualquier otro par de hermanos podría. Siempre nos quedábamos hasta muy tarde platicando; ella haciendo gran parte de la plática, mientras yo sólo escuchaba porque la quería mucho. Era una gran casa la que teníamos, y a pesar de eso compartíamos habitación. Por mí estaba bien, amaba estar con ella y me sentía seguro a su lado.
… Pero todo cambió una horrible noche de miércoles.
Estaba en casa tomando una siesta cuando Emilia abrió la puerta de enfrente. El sonido de la puerta siendo empujada me despertó y caminé del cuarto a la sala de estar. Venía de su clase católica; al verme no hizo más que abrazarme. Tras ella venían Papá y Julia.
—¿Te gustó la siesta? —dijo Julia burlonamente mientras revolvía mi cabello con sus manos. Moví mi cabeza y bufé siguiéndole el juego.
Mi padre me miró ásperamente y con autoridad. Cerró la puerta tras de sí y colgó su abrigo.
—Sólo bromeaba… —gruñí en voz baja, estando seguro de que no me había escuchado; habría tenido un golpe como respuesta de ser así. Emilia pasó a nuestro cuarto y la seguí. Comenzó a hablarme sobre su día. Ya sabes, cosas de chicas. Después de su charla me sugirió que viéramos algo en la televisión. Al no rehusarme fue en busca del control remoto y yo brinqué al sillón para acomodarme. Ella rodó los ojos ante mi pequeño acto inmaduro, se situó a un lado mío y encendió el televisor. Emilia era del tipo de chica que en lugar de ver telenovelas y caricaturas, prefería ver Discovery Channel, Animal Planet o Natural Geographic. Me gustaban también. De hecho, eran los únicos canales que lograban mi total atención.
Cuando se hizo tarde Julia nos mandó a dormir. Nada más que un pequeño rayo de luz proveniente del alumbrado público iluminaba la habitación. No mucho. Esa noche, una y otra vez juré haber escuchado sutiles ruidos por fuera de la ventana. Una rama rompiéndose, hojas siendo pisadas… y todo el tiempo pude percibir el olor a sudor, y sangre. Mantuve mis ojos abiertos casi toda la noche.
Pero los ruidos de afuera desistieron poco a poco y el olor comenzó a abandonar mi nariz. Más tranquilo, cerré mis ojos.
Poco después de eso escuché un fuerte ruido del otro lado de la casa; me levanté al instante. —¡Hay alguien en la casa! —gruñí con una fuerte adrenalina corriendo por mis venas—. ¡Despierten! —Me situé en la cama de Emilia para despertarla y lo hizo. Tan pronto como se levantó y se incorporó en la cama, corrí a la alcoba de mis padres…
Papá estaba muerto. Su cuello se encontraba brutalmente abierto y de él se seguían derramando gruesos hilos de sangre. Se encontraba afuera de la cama, acostado en el suelo. Vi que el baño principal estaba cerrado, y —justo delante de él— había un hombre.
Un hombre… no me siento cómodo llamándolo así.
Era muy alto y robusto. Volteó su mirada hacia mí y me vio, esa fue la primera vez que lo observé más definidamente. Nunca lo olvidaré. Sus ojos eran grandes y perdidos en la lujuria y la ira. Tenía una barba descuidada de la que caían pequeñas gotas de sangre. Su ropa estaba sucia y su expresión era fría. De pronto volví a percibir el desagradable olor de sudor y sangre de antes, pero esta vez eran más abrumadores.
Me miró. Me miró y sonrió con sus torcidos y amarillentos dientes. Su sonrisa me desconcertó. Pensé que me iba a matar, pero volteó de nuevo hacia la puerta del baño despreocupado por completo de mi presencia. Estaba aterrado y no sabía qué hacer, comencé a gritar y llorar. Vi cómo derribó la puerta que era la única protección de mi mamá; vi cómo levantaba la larga hoja de afeitar que traía consigo, pero que se rehusaba a utilizar apropiadamente; y vi cómo abría a mi mamá en dos…
Entonces escuché algo, lo último que hubiera querido escuchar… Era el grito de Emilia, detrás mío.

El baño de sus padres



Esto me sucedió hace unos 3 años,cuando fui a la casa de una amiga. Ella siempre contaba que en su casa sucedián cosas extrañas,tales como:las luces se encendían solas,las puertas se escuchaban que se “cerraban”  pero cuando iba a fijarse aún seguían abiertas…y cosas así. Pero lo que más me llamaba la atención de lo que contaba,era que supuestamente en el baño de sus padres,se abriá sola la llave del grifo y se escuchaba el agua correr,o que se escuchaban ruidos extraños en la ducha. El caso es que yo no le creía,pensaba que eran inventos suyos para llamar la atención de los otros. Hasta que un día me invitó a su casa para que viéramos una película,yo acepté ir. Estando en su casa,al rato de estar ahí viendo la película,me dieron muchas ganas de ir al baño. Le dije que me acompañara,pero para mi suerte,el baño para invitados estaba malo,así que tenía que ir al baño de sus padres… Cuando llegamos,le dije que no le pondría seguro a la puerta(ya qe,aunque no creyera sus historias,sentía un poco de miedo). Ella se quedó afuera,cuidando la puerta,esperando a que yo saliera. Ya cuando entré al baño,sentí como una presencia extraña… No hice caso a lo que sentía y me empecé a quitar el pantalón. Cuando de pronto,empecé a sentir un frío extraño y luego como si alguien estuviera en la ducha y se vinera acercando hacia mí,haciendo un sonido muy aterrador… No soporté y salí corriendo hacia la puerta,pero estaba trabada,con seguro… Empecé a gritar,llamando a mi amiga y golpeando la puerta tratando de abrirla. Sentía que esa “cosa” se venía acercando cada vez más. Me puse a llorar,sentía como si mi amiga no me escuchara y estuviera sola,no sabía que hacer… Luego de unos segundos,que para mí fueron eternos,mi amiga abrió la puerta muy tranquila y me preguntó que me pasaba. Yo entre lagrimas y suspiros,le dije que había algo ahí adentro,que la puerta estaba trabada y no la podía abrir. Ella me dijo que la puerta estaba sin seguro cuando ella la abrió y que no escuchó ningún ruido extraño. Le conté lo que me pasó y ella dijo que mejor no volviera a entrar a ese baño,porque alguna presencia extraña estaba allí. Decidí irme para mi casa,luego de haberme tranquilizado un poco. Ese día no pude dormir,de solo pensar en que habrá sido “eso” que estaba allí…
Desde ese día,cada vez que voy a su casa recuerdo lo que pasó. Fué horrible. Y nunca más volví a entrar al “baño de sus padres”…

La Puerta del Baño


 Cuenta la leyenda que hace muchos años el conserje del colegio San Blas en una revisión rutinaria de las instalaciones de la escuela, encontró el cadáver de la señora de la limpieza tirado en el baño en un gran charco de sangre. Tenía la ropa llena de rasgaduras y heridas y le faltaban trozos en la cara como si hubieran sido arrancados a mordiscos.

Aterrado, llamó a la Policía y los policías se llevaron el cadáver, al parecer había muerto tras varias horas de crueles torturas.

Nunca se descubrió al culpable y la memoria de lo sucedido fue pasando de generación en generación de estudiantes, que contaban la historia entre burlas y sin darle la mayor importancia.

Actualmente se dice que, si te encierras a solas en el baño, puedes sentir como la mujer toca la puerta… Si cometes el error de abrirle, su espíritu atormentado entrará y te torturará del mismo modo que lo hicieron con ella.

Pedro y sus amigos siempre habían creído que la leyenda era una chorrada y se burlaban de uno de sus amigos que insistía en que él una vez estuvo solo en el baño y le tocaron la puerta.

Hasta que hace unos días se celebró en el colegio la fiesta de fin de curso…

Pedro estaba hablando con un amigo y le dijo que le esperara un rato mientras iba al baño. Curiosamente no había nadie cerca, algo poco habitual porque el colegio estaba lleno de gente por la fiesta, y fue allí donde se acordó de la leyenda.

Haciéndose el gallito con la valentía del que se ha tomado alguna copa de más decidió ponerle el seguro a la puerta para comprobar si la historia de fantasmas era cierta. Pretendía burlarse de los demás por un miedo infantil que él consideraba de cobardes.


Una vez hubo cerrado la puerta del baño se acercó al inodoro y, como queriendo rematar el asunto, cerró también la puerta del pequeño cuartillo en que tenía que hacer sus necesidades.

De pronto escuchó unos golpes secos en la puerta y a pesar de su supuesta valentía se asustó tanto que fue como si una mano helada le apretase el estómago. Con la voz entrecortada preguntó:

¿Quién es? – Tratando de que no se sintiera el miedo en su voz.

Ya algo repuesto pero aún con miedo volvió a preguntar: “¿Quién es?”.

Nadie le respondía, además se había hecho un absoluto silencio, tan absoluto que ni siquiera se escuchaba el ruido de la fiesta. Por su cabeza rondaban mil ideas ¿Cómo podía haber entrado alguien si él cerró con llave y comprobó que se encontraba solo?

Los golpes volvieron, y como queriendo convencerse a sí mismo de que alguien se había encerrado para hacerle una mala jugada, lanzó un grito entre enfadado y atemorizado.

“¡¿Quién es?! ¡No jodan!”.

Armándose de valor, miró por debajo de la puerta y sintió que se le paraba el corazón al ver que no había nadie al otro lado de la puerta.

Impulsado ya no por el valor sino por el terror que nos hace correr para sobrevivir, abrió violentamente la puerta del baño y, justo en el momento en que pretendía salir, se giró tras oír una voz de mujer detrás de él. Al hacerlo pudo ver una mujer totalmente cubierta de sangre que con los brazos extendidos intentaba alcanzarle mientras arrastraba una de sus piernas parcialmente

Fotografías de animales



—Cuídalo mucho. Es posible que me extrañe, así que llamaré a diario, y muéstrale fotos mías mientras hablamos. Los gatos pueden volverse muy independiente si se les da las facilidades, y no quiero eso, ¿entendido? Él es muy excéntrico en ciertos aspectos, pero si mantienes los cuidados que te dejé en la lista no deberías tener problemas. —Descuida… Suerte. Y así comenzó mi viaje. Tenía una importante reunión de trabajo al otro lado del país, serían cinco horas en avión; agotador, pero necesario, pues la empresa atravesaba un momento muy complicado. Mi gato, razón de mis alegrías, se llamaba Jack. No podía llevarlo conmigo, el simple hecho de que ocurriera una descompresión en la zona de carga del avión, y muriera, me volvería loca. Le pedí a un vecino de confianza, quien es lo más cercano a un amigo que tengo, que lo cuidara. Le di las indicaciones para ello. El viaje es de una semana completa, si todo sale a la perfección, serían menos de 180 horas sin verlo. 21 de julio: Las cosas están complicadas aquí, nuestras acciones bajan de valor, las compran puros incompetentes que sólo perjudican la empresa. Fácilmente podemos caer en bancarrota cualquier día de estos, perder mi trabajo, y lo peor, sin poder alimentar a Jack. Tendré que esforzarme el resto de la semana. Llamé a mi vecino alrededor de las 9 p.m y lo puse al día con lo ocurrido, su estúpida condición para seguir cuidando de Jack, y después hablé con mi gato. Parecía feliz al hablarle. Eso me alegró la noche, o al menos el disgusto de la realidad de la empresa. 22 de julio: Para el mediodía recibí un correo electrónico, lo leí a través de mi celular, en el cual tenía también un pequeño mensaje con un archivo adjunto, una imagen. El correo decía: «Lo siento, pero cambio de planes: en vez de llamarnos, ¿por qué no mejor intercambiar fotos? Yo te envío una, luego tú envíame otra con tu reacción al ver mi foto». Me pareció raro, casi quería llamarlo para decirle que prefería las llamadas, pero primero vi el archivo adjunto y de inmediato cambié de parecer. En él se mostraba a mi gato con la cara de ternura que ponía al ronronearme en los tobillos —Dios, cómo lo extraño—, un lápiz tinta entre las patas y un cartel que decía «Vamos Cariño, tú sabes que puedes hacerlo. ¡ÁNIMO!». Me pareció tan… hermoso. Respondí con una foto mía conmovida, casi llorando; pero manteniendo la dignidad de una mujer que trata de llevar adelante a su gato. Acoté también un texto, agradeciéndole. 23 de julio: Recibí otro correo. En éste también aparecía Jack, de nuevo con su cartel y el bolígrafo entre sus patas delanteras: «Cariño, me preocupa que te vaya mal. Pero descuida, tú eres lo mejor. ¡TE EXTRAÑO!». El mensaje me llegó como diez tazas de café por la mañana, me recuperaba en energía y vitalidad. Tal vez sí consiga salvar la empresa… aunque las cosas están realmente jodidas. 24 de julio: Primero quiero decir que según parece, el viaje será más corto de lo previsto. Nos estamos recuperando, ya no tendré que preocuparme por prescindir de los cuidados de Jack. El correo de este día mostraba a mi gato con su boca entreabierta. Alrededor de ella estaba el bolígrafo y el cartel con una nota a su lado; pero lo más destacable fueron las botellas de granadina, jugo de naranja y vodka que había sobre la mesa en la que estaba, dos de cada una. Al leer el cartel me reí con ganas, decía: «Muy bien, como Cariño no está, es hora de hacer una fiesta salvaj… ¡Hey ¿qué haces con esa cámara?!». Fue muy original. Le mandé una cara de risa y un pequeño texto dándole mi permiso. Si no fuera por esto, no tendría las energías para remediar la situación en la empresa. 25 de julio: Hoy recibí el correo a modo de respuesta a mi reacción. Aparecían las botellas desordenadas, mi gato boca arriba, como si estuviera inconsciente, y el cartel, que ponía: «Menuda fiesta la que hice, gracias Cariño por dejarme hacerla y disfrutarla al máximo. ¡TE ADORO!». Debo admitirlo, mi vecino por fin hizo algo bien. Gracias a estos correos mi esfuerzo dio frutos: la empresa ya no peligra de caer en bancarrota, y me iré mañana en el primer vuelo que consiga. No les he avisado a ellos, será una sorpresa. 26 de julio: No he recibido el correo aún y ya son casi las cinco de la tarde, cuando normalmente lo recibo entre el desayuno y poco antes del almuerzo. Qué raro. Debería llamar a mi vecino, pero eso podría arruinar la sorpresa. Mejor sólo le boto su regalo, por caga finales. ———————————————————————————————————————————– Extraído del diario «El informador», 27 de Julio de 2011: Macabro crimen impacta a la comunidad