En Navidad no todo es Papá Noel, regalos
y fiestas. Existen criaturas, como la ogresa Grýla, que cada año (como
si fueran la antítesis de Santa Claus) baja a pueblos y ciudades en
busca de los niños que se han portado mal durante el año…
Los niños islandeses saben muy bien que
deben portarse bien durante todo el año o de lo contrario podrían acabar
como la cena de Grýla, una gigantesca criatura mitad troll mitad animal
que cada año, y únicamente por Navidad, baja de la cueva donde habita a
secuestrar y guardar en su saco a todos los niños que han sido
desobedientes.
A pesar de que pasa la mayor parte del
tiempo en la montaña, donde se esconde en una cueva imposible de
localizar, es capaz de distinguir que niños han tenido un mal
comportamiento y cuales han sido obedientes. Estos últimos pueden estar
tranquilos, pues la Grýla los ignorará totalmente, e incluso aunque
entre en sus casas a buscar a alguno de sus hermanos, nunca los tratará
de atrapar ni los devorará.
Y
es que esta criatura que a veces es descrita como una ogresa, otras
como un gigante y en algunas ocasiones se afirma que tiene sangre de
trol, tiene un gusto especial por los niños que se han portado mal, ya
que al parecer tienen un mejor sabor. Una vez que los detecta no duda en
devorarlos vivos en sus camas si tiene demasiado hambre, aunque
habitualmente lo que suele hacer es guardarlos en un saco para llevarlos
a su guarida donde los cocina vivos para hacer un rico estofado que se
comen ella, su mascota y su marido.