Era un día tranquilo como uno cualquiera, estaba paseando por el
parque, cuando un señor encapuchado se acerco a mi y me dio una caja de
un disco mientras me decía –Ten la caja haz lo que se te ofrezca con
ella- voltee a mirar la caja, volví a mirar al señor pero para mi sorpresa, había desaparecido.
Volví a casa entre a mi cuarto mire la caja era un papel en blanco me
dio curiosidad de que y cual disco era, y era el CALL OF DUTY: BLACK
OPS, era para la consola Xbox, en cuanto me fije en eso me emocione
porque me encantaba el juego, sin pensarlo dos veces prendí mi Xbox puse
el juego y empecé una partida en campaña.
5 días después pase el
juego completo, ese dia me dieron ganas de jugar modo zombie, escogí el
ecenario kino der toten (el teatro), todo me iba excelente, hasta que
decidí hacer el truco de los meteoritos para activar la canción, ya solo
me faltaba una, la agarre, me arrepiento por haber hecho eso, en cuanto
se iba a activar la canción un mensaje en pantalla completa apareció
decía –Me has liberado de mi prisión ahora te toca pagar el precio-.
Me
quede paralizado al ver esto, la trate de apagar, pero cuando trataba
de apagarla se escuchaba una voz escalofriante diciendo -Es inútil yo
una vez libre no hay vuelta atrás- trate de ignorarlo y jugar pero
mientras jugaba, sentía que alguien estaba junto a mí, luego gire y
había una persona, no se le veía la cara, de pura reacción le grite –Ya
déjame en paz que quieres de mi- el me respondió con una voz demasiado
grave –No quiero nada mas que a lo que está al otro lado de ti-.
Yo
muy asustado por esas palabras me voltee rápidamente y vi lo peor que
jamás haya visto en mi vida, era mi familia, con las tripas salidas, el
corazón abierto, y la cara muy deforme, esa imagen jamás se me borrara
de la mente. De repente veo la pantalla y veo que los zombies me habían
matado cuando voltee a mi familia ya no estaban ahí, voltee al otro
lado, y estaban ahí junto a esa persona, me dijo –Este es el precio que
debías pagar, oh por cierto familia díganle adiós a su familiar- los
voltee a ver, con una sonrisa demasiado macabra me hicieron la seña de
adiós con sus manos, y de repente desaparecieron.
Minutos después
agarre la consola entera, también un bote de agua bendita que tenía en
la sala (por si acaso), también unos cerillos, me dirigí a un terreno
baldío de 15 cuadras de distancia de mi casa, deje caer la consola al
suelo, en eso el disco salió y cayo enseguida de la consola, intente
quemarlo con los cerillos, pero no funciono, le eche un chorrito de agua
bendita y empezó a quemarse y tronar la consola nomas le pegue hasta
destruirse, no le eh dicho a nadie lo que paso en ese día.
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