ANITA Y SU ¿AMIGA IMAGINARIA?.



 Esta ocasión quiero contarles el caso de una amiga y su hija. Esto me lo contó ella hace un año apróximadamente.

La historia comienza así, la hija de mi amiga era muy pequeña (unos 3 años más o menos) cuando entró en la famosa etapa del "amigo imaginario" (o al menos eso creían todos) y, como mi amiga esperaba a su segundo bebé y se vio muy afectada en su salud por eso mismo, reconoce que le puso muy poca atención a su hija en esos meses, pues la pasaba siempre en cama y sin salir de la casa. Bien, el asunto es que quien empezó a sospechar que algo "raro" sucedía con la nena fue su abuela, o sea, la mamá de mi amiga, ya que Anita (así le llamaré a la niña) hablaba mucho de una "amiga imaginaria" y se encerraba horas en su recámara a jugar con ella. Pero no sólo eso, sino que siempre que la abuela (al principio siguiéndole la corriente) le pedía a Anita que le presentara a su amiguita, le decía que no, que ya se había ido, que no quería, etc. lo cual era extraño porque cuando Anita salía a algún lado les decía que siempre iba con su amiguita... por eso la abuela no se explicaba por qué a ella no quería presentársela, en fin!! La abuela entonces habló con mi amiga y le dijo que le pusiera más atención a la niña o que la viera un psicólogo porque a lo mejor podía estarle afectando la lejanía de su mamá, el saber que iba a tener un hermanito, etc, el tipo de cosas que puede afectar a una niña pequeña, vaya.

Después de esto, la abuela comenzó a notar otra cosa más extraña, a pocas casas de distancia vivía una hermana de ella a quien la niña quería mucho y viceversa, bien, lo extraño era que desde que la niña tenía a esa "amiguita" ya no quería ir a casa de esa tía. Cuando le preguntaban decía que porque su amiguita no quería ir porque la tía era mala. En una de tantas y tantas la mamá salió de la casa junto con la abuela y la niña y fueron a visitar a la tía en cuestión. Le pidieron que llevara a la "amiguita". La niña dijo que le iba a decir pero al llegar a la casa resultó que la "amiguita" no había ido con ella, pues eso dijo Anita. Platicando con la tía de ese asunto, ella les dijo que iba a ir a su casa a visitarlas un día y que iba a orar por la niña y por esa "amiguita", cabe aclarar que la señora esta es cristiana evangélica. Y bueno, durante esa tarde la niña se comportó normalmente con todas ellas.

A los pocos días la tía llegó a la casa de ellas y le pidieron a Anita que entrara junto con su amiga (pues la niña estaba jugando en el patio). Pero Anita dijo que la amiga no quería. La tía le habló tranquilamente y le dijo: "¿Pero por qué no quiere entrar? Tómala de la mano y tráela". Y la niña contestó: "¡Es que ella no quiere, dice que eres mala y que la vas a lastimar!". Todas se quedaron viendo unas a otras. Y entonces la tía le dijo: "Bien, si ella no quiere entrar, yo voy a salir, dime dónde está". La niña las llevó fuera y entonces la tía comenzó a orar y reprender en el nombre de Jesús a lo que fuera que perturbara a esa niña y entonces la chiquilla empezó a gritar y llorar y a decir: "¡Es que mi amiguita se va a ir! ¡Tía, eres mala con ella, déjala, déjala!" y

frases por el estilo. Cuando la tía terminó de orar la niña se calmó por fin y le preguntaron por la amiga y entonces ella les dijo: "Ya se fue."

Desde ese día nunca más volvió a mencionar a la tal amiga y actualmente no recuerda nada de eso, pues le han preguntado y dice que no se acuerda.


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