Lo más
probable es que una vez terminada la historia, es que no creas que en verdad
pasó. Pero si te pasó... me dejas sabiendo algo...no fui el único.
Me llamo Walter, como nunca escribí, quiero que perdonen la
forma de mi relatar, pero también quiero que sepan algo... Lo que van a leer es
muy real.
Nací en Mar del Plata, Argentina, 1998. Generalmente suelo
escuchar muchas historias, Slenderman, Jeff... lo malo de estas es que ninguna
surgió en mi país lo que hace que no pueda verificar su realidad. Pero no soy
de seguir Creepypastas... no me las creo.
Siento como se desarma mi orgullo escribiendo estas líneas y
aunque Mar del Plata sea aburrido, me pasó algo que no creía me pasaría.
El 5 de Julio de 2014, tuve una pesadilla. Corría junto a un
río, mi sobrino de 4 años iba delante de mí, una sonrisa se dibujaba en su
cara.
-Dale tío Nano! Corre!!!
Sonreíamos mientras corríamos, sus palabras y ganas de jugar
hacían que me canse rápido. Por algún motivo el cuerpo me pesaba, no me dejaba
continuar, aun así corría. Me sentía obligado...
-TIO! Corre o te va a agarrar!!!.
Él se reía de forma exagerada parecía que le agarraban los
labios y lo forzaban a hacerlo. Cuando me dijo eso, sentía dormido, como mi
corazón empezaba a retumbar. No podía mirar hacia atrás, me erizaba toda la
piel.
Caí al suelo, y desperté, sin poder hablar, transpirando y
con el corazón al límite.
Nuestra
imaginación supera la realidad...
Es increíble
pensar en cómo un simple sueño, una pesadilla, desequilibre todo tu cuerpo.