Este post fue escrito por una usuaria llamada “Leire_89F”, se
encontró en un famoso foro sobre sucesos paranormales, donde la gente
comenta sus experiencias con acontecimientos sobrenaturales, el post se
titulaba “Ayudadme”
“Hola, soy una chica de veintidós años de Bilbao y busco ayuda por que estoy aterrorizada:
Desde que cumplí los dieciséis o los quince años, de vez en cuando
tengo la misma pesadilla, que se repite exactamente igual una y otra
vez.
Una pesadilla en la que me encuentro sola en una especie de edificio
abandonado o en construcción, no lo sé muy bien, los recuerdos de mi
pesadilla son algo borrosas. Dentro de ese edificio, oigo unos golpes
muy lejanos, pero golpes bastante violentos: ”¡Pum! ¡Pum!” ,retumban con
bastante eco por todo el edificio. Los golpes cada vez van sonando más
cerca de mí ”¡Pum! ¡Pum!”, acercándose por los largos y lóbregos
pasillos de dicho edificio que desconozco.
Es entonces cuando el terror me inunda y empiezo a correr por los
pasillos del edificio buscando un escondite. Corro hasta que mi pasillo
acaba en la puerta de un cuarto de baño aún sin finalizar. Acabó
escondiéndome en una de las pilas separadas por maderas y cierro la
puerta mientras oigo como los golpes violentos suenan más feroces y cada
vez más cerca ”¡PUM! ¡PUM!”. Me agazapo encima de la taza del váter,
procurando no dejarme ver por lo que sea que produzca esos golpes.
Finalmente los golpes llegan al cuarto de baño donde aterrorizada no
hago ningún ruido, hasta que los golpes suenan tras la puerta de la pila
donde estoy escondida ”¡PUM!¡PUM!”. La puerta tiembla en cada golpe, y
yo entierro la cabeza entre mis piernas deseando que todo acabe,
mientras los golpes suenan cada vez más fuertes y continuados “¡PUM!
¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!”. Es entonces cuando la puerta parece apunto de ceder,
que despierto temblorosa sudando en mi cama y chorreando sangre entre
mis piernas y manchando las sabanas de sangre.
Cada vez que tengo esta pesadilla me baja la regla, trastornando
incluso mi ciclo menstrual, pero no acaba aquí lo curioso de mi
pesadilla. Lo curioso es que cada vez que tengo esta pesadilla en el
transcurso de mi periodo menstrual surgido por dicha pesadilla, me
siento perseguida y vigilada. Como si alguien estuviera observándome a
cada paso y a cada momento. Al principio creí que era algo de las
hormonas o del reciente recuerdo de la pesadilla. No le dí más
importancia hasta la tercera o cuarta vez que conseguía ver por el
rabillo del ojo y de manera muy fortuita a una chica. Cada vez que la
veía estaba en clase, paseando por la calle o incluso sentada con
amigos, siempre a lo lejos medio escondida y cuando quería fijarme
mejor, desaparecía.
Era una chica joven, de mi edad más o menos y parecía vestir de color
gris toda ella cada vez que la veía brevemente ya que nunca conseguí
verla por periodo de tiempo prolongado para poder fijarme bien en ella,
pero cada vez que aparecía, no podía dejar de temblar.
Cuando finalizaba mi ciclo menstrual, todo volvía a la normalidad,
hasta que no se me repetía dicha pesadilla, a veces tardaba meses en
soñar con ella a veces solo semanas.
Fue hace tres meses más o menos, que me encontraba ojeando el
periódico, cuando leía la noticia sobre el asesinato de una familia
entera en mi ciudad: el padre, la madre y dos niñas de diez y ocho años,
en su piso. La familia fue brutalmente asesinada a golpes con un objeto
contundente todavía sin poder identificar “una tubería de hierro”
especulaba la policía. Pero no fue la noticia lo que llamó mi atención e
hizo que una gota de sudor frío recorriera mi espalda y me hizo
temblar. Fue una de las fotos en blanco y negro que ilustraba la
noticia, en la que aparecía el cuarto de estar de esa familia
destrozada; con la mesa partida por la mitad, la alfombra llena de
astillas, trozos de cristal y de porcelana y con manchones de sangre,
varios objetos destrozados por todo el suelo, las cortinas sueltas y
desgarradas, y un espejo hecho trizas. Y fue cuando me fije en uno de
los trozos de este cristal, específicamente uno que estaba en el suelo
boca arriba, se reflejaba borrosamente la cara de una joven sonriendo,
pero una sonrisa malvada que emanaba terror y que curiosamente me era
familiar y señalaba con el dedo hacia el lector.
Dí un pequeño bote asustada cuando lo ví por primera vez, era la
chica que veía fugazmente observándome a lo lejos cuando tenía la
menstruación provocada por esa pesadilla. Estaba completamente segura de
que era ella, de alguna forma lo sabía, al igual que sabía que era a mí
a quien señalaba en la foto.
Ese mismo día, no quería dormir, tenía miedo de lo que pudiera soñar,
me tome varios cafés, durante el día bebí un montón de refresco de
cola, pero de nada sirvió, caí dormida y soñé.
En el sueño volvía estar en el lúgubre edificio abandonado o en
construcción y volví a escuchar los golpes, “¡Pum! ¡Pum!”. Y todo el
sueño se repitió igual. Más que no me desperté cuando la puerta
finalmente cedió a los violentos golpes. La puerta cayó sobre mí, e
inmediatamente fue retirada y me quede expuesta a lo que fuera que me
perseguía. Mire muerta de miedo a quien o a lo que había delante de mi.
Era la joven de gris, con un pequeño vestido negro grisáceo de tirantes y
descalza, su piel era gris y su pelo negro y bien cuidado. Pero cuando
mire a su cara me quede petrificada, su rostro era exactamente como el
mío, mis mismos rasgos faciales, era como verme en un espejo terrorífico
y sin color. Ella estaba enfrente de mi, observándome con esa siniestra
sonrisa y llevaba en una mano, una especie de porra blanca que parecía
hecha de huesos. En ese momento me di cuenta de que estaba
completamente desnuda y fue entonces cuando ella se agacho acercándose a
mí, y yo inmovilizada del terror no se lo impedía. Me separó las
piernas y hundió su cabeza entre ellas, fue cuando la note pegada a mi
vagina cuando desperté. Pero esta vez no me había bajado la regla.
Estaba aterrorizada, sudando y pálida y notaba pinchazos en mi vagina.
Desde entonces no he vuelto a ver a la joven gris idéntica a mí, y
llevo tres meses de retraso con mi menstruación. No me atrevo hacer la
prueba de embarazo, y estoy muy asustada de lo que pueda ocurrir. Si
alguien tiene la menor idea de lo que me ocurre, o si alguna ha tenido
la misma experiencia por favor contármela, estoy muy asustada.”
El post tuvo varios comentarios, pero la autora de dicho post nunca
más volvió a postear nada, ni siquiera se la detectaba online a ninguna
hora en dicha web. Uno de los administradores de dicho foro, por
curiosidad rastreóla I.P de donde fue enviado el post. Consiguió dar con
la dirección y efectivamente era de Bilbao de una zona residencial. El
administrador se documento sobre noticias y sucesos que ocurrieron en
la dirección que consiguió, y encontró una noticia sobre la
desaparición de una joven de veintidós hace 7 meses. Sus familiares aún
siguen buscándola, y las autoridades no encuentran ni una sola pista de
su paradero.
No fue hasta cuatro meses después de que el administrador descubriera
dicha información, cuando un nuevo post se abrió en el foro titulado
“Gracias”. Cuando el administrador abrió el post, se encontró que solo
contenía una foto en blanco y negro, en la que aparecía un salón
destrozado, con una mesa partida por la mitad, la alfombra llena de
astillas, cristales, porcelana y sangre… Entonces recordó el post de la
chica desaparecida, se fijo en la parte del espejo partido tirado en el
suelo, y vio allí algo. No era la chica de gris que describía la chica
desaparecida, pero si que se veía borrosamente un chico, que sonreía
macabramente y señalaba hacía al lector.
Al día siguiente la policía encontró el cadáver del administrador
brutalmente golpeado y todo el piso destrozado. El post de “Gracias”
desapareció de la red.
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